LA HISTORIA DE ANA

Hola me llamo Ana y estoy divorciada. Mi marido y yo empezamos una etapa mala. Empezó a estar raro y hablar solo. A veces se ponía muy nervioso y me pegaba. Una etapa se puso mejor y me quede embarazada.  Y con el niño empezó a ponerse más nervioso que antes y me pegaba más. Me quito mi móvil y quito todos los medios de comunicación. No podía salir sin su permiso y una vez no me dejo salir en tres meses. Una vez le dije que por que no podía salir y me hizo una fractura en el tabique nasal y me dijo que como volviera a preguntar sería mucho peor. Empezó la etapa muy mala cuando salí al súper a comprar una botella de agua y un litro de aceite. Cuando llego y vio que había salido a comprar me rompió el brazo derecho y tuve el ojo morado durante dos meses. Por desgracia mi hijo lo escucho todo y lo encontré llorando. Esas lágrimas que corrían por sus mejillas no las olvidare en mi vida. A mi hijo para que estuviera a salvo lo lleve con su abuela y le dije que no fuera por mi casa que yo vendría.  Mi marido me dio una paliza de muerte, y se fue. Llorando intente levantarme vi correr mi vida en dos minutos. El primer diente de mi hijo cuando cumplió un año. Tantas cosas. Intente levantarme pero no pude. Sentí un ruido. ¡Podría ser un vecino! Pero se metió en su casa. Vi como mi sangre se desparramaba y hoy una voz una voz tranquilizadora y angelical. Sentí la puerta ¡Hera mi madre pero mi hijo también vino! Pero se quedo fuera  ¡También había médicos! ¡Estaba salvada! Y de lo que me siento mejor es de estar viva para contarlo